Estado
Construido
Situación:
Paseo de la Estación, 39. Jaén
Cliente:
Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. Junta de Andalucía
Contratista:
UTE Copcisa-Noriega
Superficie construida:
11.150 m
2
Presupuesto:
24.690.000 €
Proyecto - Obra
2009-2016
Concurso
Arquitecto
Arquitectos
Alvaro Soto y Javier Maroto. SOLID Arquitectura (Concurso de Ideas y Proyecto Básico)
F. Javier Sánchez, Loreto Camacho y Fernando Mármol (Proyecto de Ejecución)
Ignacio Laguillo, José Luis López, Harald Schönegger y Luis Ybarra | Eddea (Proyectos Reformados y Dirección de Obra)
Arquitectura
Co-autor Proyecto
Co-autores de Proyecto
Arquitecto Asociado
Arquitectos Asociados
Arquitecto Colaborador:
Arquitectos Locales
Arquitectura Técnica:
Rosalino Daza, Joaquin Martín
Equipo:
Blanca Farrerons, Ignacio Olivares, Jacobo Otero, Ignacio de la Torre
Colaborador
Colaboradores
Estructura:
Enrique Cabrera - Tedeco
Instalaciones:
Miguel Sibón Roldán
Paisajismo:
Jaime García - V. Olimpia
Mobiliario
Maqueta
Fotografía:
Fernando Alda
Fernando Alda
En un proceso que ha venido ocurriendo en décadas atrás en la mayor parte de nuestras ciudades, las antiguas prisiones provinciales fueron quedando desalojadas y abandonadas tras desplazarse a instalaciones más modernas, seguras y alejadas de entornos habitados. Una de ellas, la de Jaén, situada en pleno centro de la ciudad sufrió años de abandono y deterioro que desembocaron en un acuerdo entre las Administraciones para recuperarla con fines culturales o sociales.
Para ello se celebró en 2003 un Concurso Internacional de Ideas para alojar el futuro Museo Internacional de Arqueología y Arte Ibero. El primer premio fue para Solid Arquitectura (Alvaro Soto + Javier Maroto) que optaba por respetar la huella y estructura de la antigua prisión, añadiendo nuevas estructuras que ofrecían una imagen más contemporánea del edificio. Durante el proceso de redacción del proyecto, la Consejería de Cultura decidió resolver el Contrato con el equipo ganador, encomendando a otro equipo de la ciudad la terminación del Proyecto. Tras la valoración final de este proceso por parte de la Consejería, en una nueva convocatoria pública, el equipo del que formo parte en ese momento lideraría la última propuesta que fue finalmente aprobada por la Administración y ejecutada.
Con el objeto de recuperar el máximo de valores contenidos en la propuesta ganadora del Concurso, como parte del equipo, mi propuesta consistió en incorporar las tres siguientes decisiones. Primero, proyectar una nueva relación de la luz natural con el exterior y con los espacios de circulación y expositivos con una nueva propuesta para los lucernarios principales, incorporando en la zona expositiva lateral una nueva solución espacial a triple altura para los nuevos requerimientos demandados para el proyecto expositivo de las piezas más singulares de la colección. En segundo lugar, recuperar decisiones originales no integradas en la propuesta existente en cuanto a la formalización del concepto de fachada, dónde se habían modificado aspectos importantes del concepto inicial diseñado por los arquitectos ganadores del Concurso. Para ello se plantea todo un sistema de prefabricados de GRC con un sistema de estriado y coloración que buscó establecer una relación formal, material y cromática con el Castillo de Santa Catalina. Y por último, proponer un planteamiento de los espacios públicos exteriores en el que la complejidad de su adaptación a las fuertes pendientes perimetrales se viera reducida con un sistema de muros y rampas curvas que en su trazado cedieran generosamente unas estancias abiertas al espacio público para permitir áreas de descanso o espera en el exterior. Lo que acabó por ofrecer una experiencia de aproximación al edificio más amable, reduciendo altura en las zonas de mayor contención de tierras y entregando una relación del edificio y los viandantes con el exterior completamente distinta a la prevista.