Estado
Situación:
c/ del Torre Tajo s/n, Barbate. Cádiz
Cliente:
Consejería de Turismo y Deporte. Junta de Andalucía
Contratista:
Proncondal, S.L.
Superficie construida:
2.350 m
2
Presupuesto:
1.400.000 €
Proyecto - Obra
2006-2010
Concurso
Arquitecto
Arquitectos
Arquitectura
Ignacio Laguillo, Harald Schönegger | Eddea
Co-autor Proyecto
Co-autores de Proyecto
Arquitecto Asociado
Arquitectos Asociados
Arquitecto Colaborador:
Arquitectos Locales
Arquitectura Técnica:
Rosalino Daza
Equipo:
Felipe Clemente, Lucas García, Francisco Losada, María Romero, José María Sánchez-Rey
Colaborador
Colaboradores
Estructura:
Instalaciones:
Tomás Ruiz - Insur JG
Paisajismo:
Mobiliario
Maqueta
Fotografía:
Duccio Malagamba
Duccio Malagamba
Con la implantación de esta infraestructura en el entorno de las marismas de Barbate se persiguieron dos intenciones fundamentales, abordar por un lado la cuestión de escala y por otro la de aproximarnos a un lugar. El edificio, ajusta su escala reforzando la horizontalidad, buscando una adecuada relación paisajística con el entorno natural, e incorporando tanto la memoria en sus cubiertas de las tradicionales naves de saladeros que aún hoy ocupan parte de las referencias visuales del lugar. Se construye el acceso acotando el espacio a la llegada, convirtiéndolo en un pequeño espacio público, lugar de desarrollo de actividades con un carácter más íntimo. Esta zona arbolada que nos introduce con pequeñas dunas que van cambiando con la intensidad de los vientos, da continuidad al vacío interior desde el que se accede, proporcionando la adecuada identidad y reconocimiento del carácter público y abierto del edificio.
Los distintos usos del programa orbitan alrededor de esta primera zona de acceso y control, optimizándose los recorridos y superficies de transición. Las piezas edificadas, en una continua y medida relación con las distintas zonas abiertas al exterior, están concebidas con distintos grados de permeabilidad e intimidad, permitiendo su disposición generosas profundidades y registros de todo el conjunto. El extremo Oeste acoge los vestuarios, administración, control y una sala deportiva, articulados en torno al vestíbulo y al patio que filtra y nos proyecta de nuevo hacia el exterior, mientras que en el lado Estese localiza el volumen de los vasos de piscinas, construido como un espacio diáfano, iluminado con la calidez de sus paramentos y vigas teñidas de blanco que permiten salvar las grandes luces del pabellón.
La materialidad del edificio apuesta por recuperar la utilización de materiales tradicionales de la zona, como es el caso de los morteros de cal en color natural. Textura y opacidad de los paramentos enrasados con la tensión de los vidrios que en función de la incidencia matizan la entrada de luz al interior.