Estado
En proceso
Situación:
Paseo Nuestra Señora de la O. Sevilla
Cliente:
Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda y Ayuntamiento de Sevilla
Contratista:
Superficie construida:
1.275 m
2
Presupuesto:
707.000 €
Proyecto - Obra
2022-2024
Concurso
Arquitecto
Arquitectos
Ignacio Laguillo | Laguillo Arquitectura
Arquitectura
Co-autor Proyecto
Co-autores de Proyecto
Arquitecto Asociado
Arquitectos Asociados
Arquitecto Colaborador:
Arquitectos Locales
Arquitectura Técnica:
Rosalino Daza
Equipo:
Jorge Rodríguez (Proyecto Básico y de Ejecución), Francisco Garrido (Concurso), Rocío Martinez-Fons (Concurso)
Colaborador
Colaboradores
Estructura:
Enrique Cabrera - Tedeco
Instalaciones:
Miguel Sibón Roldán
Paisajismo:
Jaime García
Mobiliario
Maqueta
Fotografía:
El actual Paseo de la O y su continuidad y conexión con la c/Betis son enclaves ligados a la memoria histórica del Barrio de Triana y de la ciudad de Sevilla. La importancia histórica del río Guadalquivir a su paso por la ciudad, sus transformaciones a lo largo del tiempo, junto con el patrimonio arqueológico y arquitectónico que reúne a su alrededor, convierte a este lugar en uno de los espacios urbanos más bellos para visitar y recorrer de la ciudad.
De forma sintética proponemos una “naturalización del Paseo y sus conexiones”. Imaginamos el Paseo dónde el paso del tiempo permitirá que una continuidad de árboles de ribera de gran porte, y cualifique el espacio con el confort necesario para su disfrute en cualquier época del año. Desde su superficie horizontal, aumentando la permeabilidad en general y su superficie vegetal, generando una transición más amable entre las zonas transitadas y las de descanso.
La materialidad de la propuesta tiene en cuenta la búsqueda de unidad e integración con el entorno que le rodea, acotando las soluciones a las limitaciones presupuestarias disponibles. Para mejorar la circulación peatonal y de bicicletas por la zona se propone su tratamiento superficial en las juntas del adoquín de granito actualmente existente y combinarlo con una nueva superficie de adoquín de granito de pequeño formato como material para conseguir su aptitud como nuevo itinerario accesible peatonal, tratando de trabar los límites de ambos de una forma natural.
El entorno del antiguo Castillo de San Jorge y de los estribos del Puente de Isabel II fueron tradicionalmente lugares de tinglados provisionales, atraques y embarcaderos donde el arrabal interaccionaba con el río. Un lugar donde el Proyecto refuerza su carácter más público para reunirse, descansar y recrearse contemplando imágenes únicas de la ciudad histórica, convirtiéndolo en el espacio público más reconocible de la intervención. Un nuevo espacio en cuyos límites resuena la dimensión evocadora de la interacción entre naturaleza y arquitectura.