Estado
Concurso
Situación:
Av. del Mirador del Balconcillo, 19. Guadalajara
Cliente:
Ministerio de Justicia
Contratista:
Superficie construida:
14.640 m
2
Presupuesto:
9.380.000 €
Proyecto - Obra
Concurso
2013
Arquitecto
Arquitectos
Ignacio Laguillo, Harald Schönegger | Laguillo-Schönegger Arquitectos
Arquitectura
Co-autor Proyecto
Co-autores de Proyecto
Arquitecto Asociado
Arquitectos Asociados
Paco Marqués
Arquitecto Colaborador:
Arquitectos Locales
Arquitectura Técnica:
Equipo:
Jaime Fernández, Raquel Jiménez, Lucas García y Alberto García
Colaborador
Colaboradores
Estructura:
Instalaciones:
Paisajismo:
Mobiliario
Maqueta
Fotografía:
A lo largo de la historia se ha mantenido el carácter simbólico de la Arquitectura Judicial, reflejando construcciones sobrias y anónimas. Un fuerte simbolismo que no debe estar reñido con conceptos como la integración del edificio en el entorno, el reconocimiento de su integración en una trama urbana y la calidad del espacio urbano que pueda generar.
En la propuesta se proyectaron dos espacios públicos claramente diferenciados, unidos entre sí, rodeando el edificio por medio de una banda continua de acceso rodado y peatonal que contiene las bolsas de aparcamiento. Uno primero de acceso a la parcela y de ingreso mostraba con claridad la escala e identificación pública del edificio. Una zona arbolada, que denominamos jardín cromático, apoya y ofrecía sombra necesaria en este punto, con la previsión de un andén de descenso puntual de viajeros, una parada de taxis y una marquesina de transporte público. El segundo, al que denominamos jardín construido, lo definía un gran espacio y patio arbolado, que se proyectaba para garantizar una mejor calidad de las vistas desde el interior. Combinando especies con distinto periodo de floración para enfatizar su mutabilidad, redundaba de este modo en cierta idea de ligereza frente a la fuerte presencia de la arquitectura existente.
La estructura propuesta permitía con flexibilidad la adopción de diferentes organizaciones de trabajo. Su ancho de crujía garantizaba la entrada de luz natural por cualquiera de las fachadas evitando zonas oscuras que demandaran consumo de luz artificial en horas diurnas. Luces de entre 6,00 y 7,80 mts. permitían resolver la estructura de una manera económica y compatible con las distintas configuraciones de espacios de trabajo. Un módulo base de 1,30 mts. permitía la adaptación a elementos construidos standarizados. Dentro de esta seriación, las distintas fachadas moduladas se proyectaban con distintos grados de permeabilidad.